
Noticias del territorio
Bienvenidas y bienvenidos al espacio donde compartimos los pasos que damos juntxs por la conservación de nuestra biodiversidad y el fortalecimiento de la vida comunitaria en la Sierra Sur de Oaxaca. Aquí encontrarás las acciones, logros, aprendizajes y voces que dan vida a nuestro trabajo colectivo, desde los recorridos en el monte hasta las asambleas, talleres, y celebraciones. Esta sección es un reflejo del pulso de nuestra comunidad en movimiento.
Raíces de esperanza: La fuerza de la reforestación comunitaria
San Miguel Suchixtepec, Miahuatlán. Oaxaca a 08 de julio 2025
El día amaneció lluvioso, con el cielo oscuro y una lluvia fuerte y fría. Aunque no parecía el mejor día para estar trabajando en el campo, me alisté alegremente para participar en una jornada de reforestación con la Alianza Suchixtepec (AS) en la parte alta de la Cuenca Copalita-Zimatán-Huatulco.​
La AS es una alianza comunitaria formada por cinco organizaciones ambientales de San Miguel Suchixtepec, que se unieron para fortalecer los esfuerzos de conservación y restauración en su territorio. Cuando la lluvia finalmente cesó, me reuní con personas de Mis Bin, Nayé Ancestral, Guitani y Alternativa Agrícola Suchixtepec en el lugar denominado “La Vela”, lugar donde se encuentra el centro de producción de la cooperativa Nayé Ancestral.
La reforestación es una herramienta fundamental para cuidar y recuperar nuestros ecosistemas. Ayuda a restaurar bosques degradados, proteger el suelo, capturar carbono y fomentar la biodiversidad. Cada árbol que plantamos puede convertirse en el hogar de insectos, aves y otros animales, mandará raíces fuertes que ayudarán a evitar la erosión del suelo y contribuirá a conservar las fuentes de agua. Cada árbol que plantamos representa un compromiso de cuidar al bosque y a las generaciones futuras.

Los trabajos de la reforestación se organizaron de manera natural. Nadie dio órdenes formales; cada quien asumió el rol, ya que es una actividad que se ha hecho por más de 7 años. Algunas personas tomaron el machete para abrir camino y señalar dónde plantar, manteniendo una distancia de tres metros entre árboles. Otras hicieron los hoyos con el cava hoyos, mientras algunas más se encargaron de preparar los arbolitos para sembrarlos.
Trabajamos en colectivo, cada quien contribuyendo con su parte. Como voluntaria con Mbis Bin era mi primera vez participando en una reforestación en la Cuenca Alta. Mis compañeras y compañeros me compartieron sus saberes sobre el proceso. Me enseñaron la profundidad adecuada para hacer los hoyos, cómo quitar el envase de los árboles sin dañar las raíces, y cómo encontrar y añadir microorganismos benéficos con materia orgánica del mismo sitio.

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Ahí fue cuando comprendí lo importante que es que estas actividades sean organizadas y lideradas por la comunidad. Son las comunidades quienes guardan el conocimiento profundo y la memoria viva del territorio, lo que incrementa las probabilidades de éxito de una reforestación.
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Al final del día logramos plantar varios árboles de encino en “La Vela”. Con las uñas llenas de tierra y los pantalones embarrados de lodo, nos sentamos a compartir la comida y a celebrar nuestro esfuerzo colectivo. Estaba muy cansada, pero también muy orgullosa del trabajo que hicimos y profundamente agradecida por la oportunidad de aprender de las personas expertas de la cuenca sobre un tema tan importante como la reforestación.
Esta experiencia me dejó claro que la reforestación comunitaria no solo siembra árboles sino también conexiones con la comunidad y la naturaleza. Participar en una reforestación es un trabajo que fortalece el tejido de relaciones solidarias que luchan por un futuro resiliente y sano en la comunidad.
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Ash Garcia Vasquez
Voluntaria en Mbis Bin Semilla para la Siembra
Estudiante de Bard College, Maestría en Educación Ambiental


